Los dirigentes opositores difundieron un programa de intenciones sobre la idea de país y programa político-económico que desearían llevar adelante. Allí se expresan numerosas críticas a la gestión kirchnerista, desde usar al Congreso como "escribanía" hasta los "tantos actos de corrupción como los que se denuncian a diario".
Necesitamos cambiar broncas por alegrías
Soberbia por humildad
Divisiones por Unión
Cambiar prepotencia por respeto al pueblo y a la
Constitución
Somos gente normal y por lo tanto nos merecemos un país
normal. No queremos seguir yendo hacia atrás.
Estamos listos para avanzar hacia el futuro, hacia la enorme
oportunidad de progreso que el mundo le ofrece a nuestro país. No podemos
desperdiciar este momento.
Ese es el desafío que tenemos los argentinos. Crecer y
desarrollarnos con justicia social sin perder tiempos ni energías.
Sin bandos enfrentados. Con nuevas ideas para solucionar los
viejos y los nuevos problemas.
Somos una dirigencia sin rencores, consciente de los avances
que se logaron gracias al esfuerzo de todos los argentinos.
Y aprendimos, que no se trata de comenzar cada vez desde
cero.
Vamos a terminar con las peleas rabiosas entre políticos,
porque no resuelven ninguno de los problemas con que se despiertan los
argentinos todos los días. Y vamos a establecer el diálogo y la cooperación
entre todos, que brinde soluciones a la gente.
Basta de amigos y enemigos. Basta de dividirnos sin sentido,
arrastrando al país a un espiral virulento de frustraciones, desencuentros y
enfrentamientos.
Estamos a tiempo de ponerle límite a los intentos de
enfrentar a argentinos contra argentinos, como fórmula autoritaria del gobierno
nacional que solo busca dividir para mantenerse en el poder.
La historia esta repleta de ejemplos que no deberíamos
repetir. Cada vez que se agotan las ideas, lo único que queda es el
autoritarismo, la prepotencia y la intención de perpetuarse eternamente en el
poder.
Pareciera que todo vale para quienes "van por
todo" sin reparar en nada.
Como si en vez de gobernantes democráticos, fuesen patrones
o dueños del país de todos.
Y no hay un país fuerte, sin Provincias fuertes.
No hay república ni federalismo cuando los las provincias,
se manejan discrecionalmente y se exigen la obsecuencia y aplausos para
recibirlos.
Queremos un país donde se pueda disentir y acordar, y al
mismo tiempo, podamos tener mejores hospitales, escuelas, obras que eviten las
inundaciones, carreteras seguras, buenos medios de transportes y planes
eficientes que terminen con la violencia de la inseguridad ciudadana.
Una justa distribución de las riquezas, requiere políticas
públicas que enfrenten la inflación, el desempleo, el trabajo precario, los
bajos salarios, la falta de planificación económica y la infamia de tanta
desigualdad social.
Nos duelen las pérdidas que sufren los más humildes, los que
menos tienen para perder, cada vez que hay una catástrofe o una crisis.
Hay que proteger la Asignación Universal por Hijo mientras
luchamos por la dignidad de un trabajo estable, el salario familiar universal,
un salario creciente que premie el mayor esfuerzo y la recuperación de la
cultura del trabajo.
Todos ya sabemos que no existe propagando oficial, ni
manipulación informativa que pueda tapar la inmoralidad de tantos actos de
corrupción como los que se denuncian a diario.
El país necesita cambiar. Unirnos.
Y pelear por Argentina, no por pelear.
Tenemos que cambiar las fantasías del relato por soluciones
concretas.
Cambiar la escribanía del Congreso, por la búsqueda de
acuerdos parlamentarios superadores que nos proyecten hacia el futuro.
Cambiar el unictato por un funcionamiento armónico de los
tres poderes del Estado con un Poder Judicial independiente y eficaz a la hora
de garantizar el cumplimiento de las leyes, sin excepciones.
Apostar a una educación que nos enseñe a producir mejor, a
pensar mejor y no solo a obedecer.
Hoy el mundo nos mira desconcertado.
No pueden creer que estemos rifando la oportunidad histórica
que nos brinda la actual situación internacional.
A la mentalidad binaria de este gobierno, no le basta con
querer hacernos creer que la Argentina se divide entre malos y buenos según el
grado de adhesión al relato oficial.
También quiere hacernos creer que el mundo se divide igual y
nos llevan a un eje internacional equivocado.
Argentina tiene que estar con las naciones que buscan el
progreso, la paz, el orden y la justicia social en democracia y libertad.
Y construir una alianza estratégica con Brasil es el camino
más inteligente y veloz para desarrollarnos como nunca antes. Y promover la
unión con el resto de los países de la región, para ser los principales
proveedores de alimentos elaborados y biocombustibles del nuevo mapa de la
demanda mundial.
Hace falta unirnos y ponerle límite a lo que está mal.
Enderezar lo que está torcido desde hace años.
Las barbaridades cometidas por mayoría en este Congreso, no
tendremos que padecerlas si el Congreso que viene detrás las revierte y
subsana. Pero para eso tenemos que ganar. Y para ganar tenemos que unirnos.
Unirnos, que es mucho más que juntarnos para una elección.
Unirnos en defensa de un programa claro y un compromiso con
los millones de argentinos que esperan una alternativa seria y responsable de
gobierno y un proyecto de país moderno y para todos, que sea superador de la
década K.
NOS UNIMOS:
1.Para defender la Constitución, los derechos humanos de los
trabajadores, jubilados y todos los argentinos, la independencia del Poder
Judicial, la libertad, el desarrollo económico, la justicia social y el
federalismo. Y para ponerle LIMITE en el 2013 al autoritarismo creciente del
gobierno nacional conformando una nueva mayoría parlamentaria que asuma la
conducción de la Cámara de Diputados e inicie la democracia del diálogo.
2.Para aportar soluciones concretas que terminen con la
inflación, los injustos impuestos al trabajo y la producción, la violencia de
la inseguridad y la precarización del empleo. Para dar a luz el federalismo
económico y la igualdad de oportunidades a todas las provincias argentinas con
una nueva ley de coparticipación federal de impuestos.
3. Para comenzar a construir una gran alternativa de
gobierno en 2015, basada en el diálogo, el respeto, la convivencia y en nuevas
ideas. Para asumir la obligatoria necesidad de políticas de Estado que excluyan
de las disputas electorales los asuntos estratégicos para el futuro de la
Patria.
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